Neuroestética de la arquitectura: ¿cómo evaluamos y procesamos los espacios construidos?



Daniel Pérez-Rangel, Servicio de Neurología, Hospital Universitario 12 de Octubre, Madrid, España



La estética es una disciplina filosófica que estudia el arte y la belleza, lo sublime. Como resultado de un largo camino teórico, la neurociencia comienza a participar de aquellas estéticas empíricas para tratar de descubrir qué estructuras subyacen a esta experiencia sensorial, creándose el concepto «neuroestética» como un campo multidisciplinario dentro de la neurociencia cognitiva. Aquí se estudia la arquitectura, que ejerce una gran influencia sobre los seres humanos y su salud. Diversos estudios describen qué aspectos valoran las personas (en la literatura se proponen la coherencia, la fascinación y el «sentimiento hogareño») y qué áreas se activan durante la valoración del espacio construido, analizando, entre otros, la incorporación de elementos naturales, los paisajes como escenas, la apertura y los techos altos, las formas curvilíneas y las formas fractales. Incluso se ha propuesto una red hipotética de valoración e interacción con el espacio construido que interesa a la corteza cingulada anterior, el área parahipocampal, la corteza prefrontal, la corteza occipital, la corteza retroesplenial y la corteza parietal posterior. A esta disciplina cabe hacer diversas críticas, desde el reduccionismo hasta una sistemática y metodología subóptimas; sin embargo, se trata de un campo joven que reúne a humanistas y neurocientíficos en un mismo espacio, permitiendo ampliar nuestro conocimiento sobre el ser humano.



Palabras clave: Neuroestética. Arquitectura. Neurociencia cognitiva. Filosofía.