José J. Hernández-Martínez, Hospital HCB Benidorm, Hospital Neurorrehabilitación Casaverde, Alicante, España
Cecilio Álamo, Departamento de Ciencias Biomédicas, Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, Universidad de Alcalá, Madrid, España
Cristina Zaragoza-Arnáez, Departamento de Ciencias Biomédicas, Facultad de Farmacia, Universidad de Alcalá, Madrid, España
Esta revisión narrativa, centrada en los inhibidores de la catecol-O-metiltransferasa (ICOMT), recoge la importancia de estos agentes como adyuvantes terapéuticos de la levodopa en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson. Estos agentes aumentan y estabilizan los niveles de levodopa, por lo que mejoran las fluctuaciones motoras. Además, disminuyen los niveles de los metabolitos de la levodopa, como la homocisteína, asociada a alteraciones neurológicas y cardiovasculares, y de 3-OMD, que compite con la levodopa impidiendo su paso al sistema nervioso central. Se dispone de tres inhibidores de la COMT: tolcapona, considerado un adyuvante de segunda línea debido a problemas de hepatotoxicidad; entacapona y opicapona, que se consideran como alternativas de primera elección. La entacapona se administra varias veces al día coincidiendo con las tomas de levodopa/carbidopa. La opicapona requiere una única administración diaria. Ambos agentes muestran una eficacia equivalente en el control de las fluctuaciones motoras, aumentando el tiempo on, disminuyendo el tiempo off y la dosis diaria de levodopa. Los efectos adversos dopaminérgicos, como las discinesias, son los más frecuentes en los tres ICOMT. Un criterio importante en la selección de la sustancia, además de la eficacia, es la seguridad y la tolerabilidad, existiendo rasgos diferenciales que permiten la individualización del tratamiento de acuerdo con las particularidades de cada paciente.
Palabras clave: Levodopa. ICOMT. Tolcapona. Entacapona. Opicapona. Homocisteína. 3-OMD. Farmacocinética. Enfermedad de Parkinson.